Cada año se organiza el concurso de rosas venidas de lugares remotos, ofrecidas por cultivadores de ésta preciosa flor. Las distribuyen por categorías y nada más entrar en el parque nos encontramos con ñas olorosas. Está muy bien acomdicionado, pues las ponen en parterres, con pasillos para poder ir paseando y oliendo el perfume de cada una.
En otro apartado están las trepadoras que cubren toda la columna de flores sean pequeñas o grandes. He visto algunas éste año que a pesar de tener una flor muy pequeña han cubierto muy bien dando una ambientación preciosa.
Otras siendo en arbusto tenían unas rosas que cuando estaban abiertas totalmente eran inmensas, y por la fuerza de la gravedad no resistían estar erectas.
Las rosas sencillas o rosas de te que con sus cuatro pétalos no te dejan indiferente.
Os invito a que os acerquéis al Parque Cervantes de Barcelona, antes que el calor las estropee, y que disfrutéis tanto como lo he hecho yo.