sábado, mayo 22, 2010

Hotel W Vela



Nunca me había planteado el hecho de alojarme en un hotel en mi propia ciudad, aquí donde resido, pero ésta vez valía la pena, habíamos pensado en celebrar algún acontecimiento o simplemente pasar una noche en el más innovador de los últimos hoteles que se han construido en Barcelona.
Otra cosa es si se está de acuerdo o no en su enclave, puesto que es terreno ganado al mar y aquí se han saltado, a la torera, la ley de costas, en fin que para unos la aplican y para otros no. De todas formas es un nuevo aliciente para que visiten ésta ciudad que tanto queremos y que nos pueda reportar ingresos en éstos malos tiempos.

Para poderlo disfrutar al máximo habíamos pensado que sería impresionante ver la ciudad desde otra perspectiva, osea desde el mar, también nos resultaba sugerente poder observar la salida del sol desde la habitación y así se lo hicimos saber a la hora de hacer la reserva, nos confirmaron que así sería, que se veía estupendamente.


El dia concertado fuimos al hotel por la tarde, puesto que fue un dia laborable. Pudimos comprobar que había muchos clientes, sobre todo americanos que hacían el ingreso, por lo cual tuvimos que esperar unos minutos. Cuando nos tocó volvimos a insistir en la localización de la habitación y nos confirmaron que era buena pero que estaba el hotel lleno y que la parte que da a la ciudad estaba ocupada. Otra cosa que no nos gustó y que es la primera vez que nos encontramos, después de haber estado un bastantes hoteles es que te retienen 100€ en tu cuenta y que dijeron que lo levantarían al poco tiempo de irnos.


Subimos a la habitación pero las vistas no eran de lo más sugerentes, bueno al puerto y a los cruceros que van y vienen y el mar eso si que es gratificante. La habitación espaciosa, el baño amplio con bañera y ducha por separado y otro apartado de WC, grandes armarios, zapatillas, albornoz y varias toallas por si las quieres utilizar para la piscina.
TV y grandes ventanales para poder ver el mar. Iluminaciones diferentes, en fin precioso.




Subimos hasta el último piso que es una cocteleria y allí las vistas de la ciudad son impresionantes .




El trato del personal fue superamable para que te sientas cómodo. Cenamos en el restaurante unos platos lijeros porque no solemos comer mucho por la noche, no hice fotos porque estaba un poco oscuro y me dió reparo encender el flash, la presentación estupenda y los productos de calidad como nos habían indicado los camareros. Fué una velada estupenda.



Nos despertamos de madrugada, poco a poco iba amaneciendo y me alegré que por fin las nubes de los dias anteriores se habían ido pero iba descubriendo que allí no era el lugar adecuado para ver la salida del sol. Esperamos y esperamos y nada yo creo que hasta media mañana ni rastro. Decepción total.
El desayuno estupendo, mucha variedad y de calidad.



Pudimos pasear por las terrazas y acabar de aprobechar las horas que nos quedaban. Dimos un paseo por la playa y nos dispusimos a abandonar el hotel, no sin antes hacer la oportuna queja, por la información que nos dieron sobre nuestras preferencias, cosa que no se cumplió y sobre la retención abusiva de 100€ que al final fueron más de 250€.
Al día siguiente llamamos al hotel y nos dijeron que había sido un fallo y que se pondrían en contacto con nosotros por mail para aclarar las cosas. Pues bien, no es de recibo que habiendo pasado una semana, todavía no han levantado la retención y desde luego que consideramos un abuso de poder por parte de la administración del hotel, puesto que han tenido tiempo suficiente para comprobar que no ha habido ningun desperfecto, supongo que ya han pasado cantidad de personas por la misma habitación.

ASI QUE NOS PARECE QUE NO ES EL SERVICIO ADECUADO A UN HOTEL DE SU CATEGORIA EN CUANTO A LAS FORMAS DE ADMINISTRARLO .