miércoles, mayo 27, 2009

Paseo hacia el centro


Muchas veces de camino hacia el centro pasamos por la Sagrada Familia y como siempre, sigue en obras. Ahora parece que están levantando una nueva torre por el lado norte.


Existen todavía pasajes dentro de las manzanas de casas que ideó Ildefons Cerdá, casas señoriales con jardin. En éste por ejemplo está incluso vetado a la circulación de coches. Es el passatge Mercaders . A este le llamaban el pasaje de los médicos, porque vivían algunos importantes como el doctor Lluis Vila D'Abadal uno de los fundadores d'Unió Democrática de Catalunya.
También ilustres de profesiones liberales como el periodista Agustí Calvet "Gaziel" quien escribió en sus memorias "mi padre construyó... en el pasatge dels Mercaders un hotelito familiar, casi al lado del que tenía el doctor Cardenal, el cirujano más eminente de Barcelona".




Dos edificaciones de la calle Enric Granados


Y en Aribau tenemos la Horchatería "La Valenciana", un descansito para tomar la primera orxata de la temporada.




Casa Thomas

Esta es una casa que en su origen allá por el 1912 constaba de planta baja y un piso con dos torres laterales que formaban una segunda planta, esta formaba parte de un taller de imprenta en el subterráneo con un gran ventanal que daba luz natural y la vivienda del propietario. En el 1912 se amplió a planta baja y cuatro pisos, se comservaron las dos torres elevándolas al último piso. Se pueden apreciar las columnas recubiertas de elementos florales.


Actualmente la planta baja es una tienda de interiorismo y decoración.



Justo enfrente ...........

viernes, mayo 22, 2009

Edificios del Passeig de Gràcia

Edificios de Pº de Gràcia, Casa Lleó Morera
La Casa Lleó-Morera, obra de Lluís Domènech i Montaner, es uno de los mejores exponentes del Modernismo catalán y el primer edificio que encontramos en la llamada manzana de la discordia subiendo por el Passeig de Gràcia. El curioso nombre del edificio no responde al nombre de sus propietarios (como solía pasar en las casas construidas en Barcelona por aquel entonces). "Lleons" (leones) y "Moreres" (Morera) tiene su origen en los símbolos decorativos inspirados en los escudos medievales que Doménech i Montaner quiso reflejar con su obra.

Toda la ornamentación del edificio, tanto en la fachada como en el interior, expresa la sensibilidad de aquel entonces y recuerda, muchas veces, la atmósfera wagneriana. Hay que tener en cuenta que, en 1902, cuando empieza a construirse la casa, Richard Wagner era el músico de moda entre los burgueses catalanes, los mismos que apuestan por el Modernismo en sus edificios.

En realidad, la Casa Lleó-Morera no se construye desde cero, sino que es el resultado de la reforma de otra anterior, la Casa Rocamora, edificada en el año 1864. Con este proyecto, Domènech i Montaner ganó el primer premio del concurso de arquitectura que organizó aquel año el ayuntamiento de la ciudad. Pero el edificio no siempre pasó por tan buenos momentos.

Con el paso del tiempo...
Durante años, sobre todo a mediados del siglo XX, cayó en un estado de semi-olvido y sufrió distintos ataques en época de la guerra Civil y la posguerra. A consecuencia de estas agresiones se destruyeron unas extraordinarias esculturas en forma de ninfa obra de otro artista catalán destacado, Eusebi Arnau.
Sin embargo, hay una anécdota que explica porqué no llegaron a perderse del todo. El portero de la casa, cuando vio el ataque que había sufrido el edificio recogió las esculturas que aún habían podido salvarse. Un tiempo más tarde, el mismo Salvador Dalí se interesó por ellas y consiguió comprárselas por lo que hoy serían 30 €. Actualmente, una de estas esculturas puede verse en el Museo Dalí de Figueres, en la provincia de Girona.

En el año 1992 comenzó la restauración del edificio para recuperar los elementos perdidos y asegurar su conservación. Esto ha hecho que hoy pueda mantenerse en perfecto estado. Sin embargo, aunque su interior es uno de los mejores conjuntos modernistas de la ciudad, la Casa Lleó-Morera es de titularidad privada y no puede visitarse. Lo que sí está asegurado es pasar un buen rato contemplando todos los detalles de la fachada, desde arcos medievales, a hadas legendarias pasando por bustos y la representación de figuras de mujer.


Un bestiario imaginario se incorpora a la arquitectura, que adquiere unas formas hasta ahora impensables. El Passeig de Gràcia es uno de los mejores escenarios para comprobar este delirio arquitectónico en Barcelona. Uno de sus elementos más significativos, además de los edificios que flanquean la avenida, son las clásicas farolas-banco instaladas desde 1906. Fueron proyectadas como una única pieza urbana por el arquitecto Pere Falquès combinando función útil y decoración a la vez.

Actualmente pueden verse varias a lo largo del paseo, por ejemplo, en la esquina del Passeig de Gràcia con la calle Valencia, justo enfrente del hotel Majestic.

La última incorporación es el nuevo edificio de apartamentos diseñado por el arquitecto japonés Toyo Ito casi enfrente de La Pedrera.


El día martes 17 de marzo se realizó una conferencia en la Sala de Actos de la Escuela Técnica Superior de Arquitectura de Barcelona (ETSAB) dictada por el arquitecto japonés Toyo Ito.

La conferencia llamada “Generative Order” entrelazaba criterios de diseño utilizados por el arquitecto con proyectos emblemáticos de su carrera profesional.

“Architecture is an act to generate order in nature” fue una de las primeras frases con la que empezó el desarrollo de la conferencia seguido de pensamientos en contra de la homogenización de la arquitectura. Sus proyectos se distinguen por un claro estudio de las características locales, lo que permite que cada uno sea único y diferente. Quizá el único punto distintivo y que repite con mayor frecuencia en su obra, sea la sinuosidad de las líneas, totalmente alejado del racionalismo rectilíneo que predominaba en la arquitectura hasta hace unas décadas.

La visita de Toyo Ito a Barcelona se realiza en dentro del marco de una producción arquitectónica centrada actualmente en esta ciudad (entre otras más, claro está), ya que están a punto de ser finalizadas las torres que ha realizado para el proyecto Fira de Barcelona (el hotel podrá inaugurarse en octubre de 2009) y el recién inaugurado apart hotel de lujo de la Cadena Derby, en pleno Paseo de Gracia y con unas claras referencias a la obra del arquitecto catalán Antoni Gaudí.

Texto extraido de: http://www.plataformaarquitectura.cl/2009/04/15/conferencia-de-toyo-ito-en-barcelona/

martes, mayo 19, 2009

Nuevo año en el Parque de Cervantes

Para celebrar el TERCER aniversario del blog, os enseño el paseo primaveral por la Rosaleda.

No me podía perder las nuevas rosas, así que aquí os presento algunas de este año.






miércoles, mayo 06, 2009

Parques de Vil-la Amèlia y Vil-la Cecília

Vuelve el buen tiempo y con él los paseos vespertinos por esta ciudad que cada dia me enseña algún lugar especial, de el cual no tenía ni idea de su existencia.

En la zona de Sarriá existen dos parques que están separados por una pequeña calle. Antiguamente era todo una finca propiedad de la familia Girona .









Según nos explica la página del Ayuntamiento …

Los Jardines de Villa Amèlia tienen su origen en el suntuoso jardín mandado construir por Ignasi Girona en una finca de su propiedad en Sarriá. El nombre se lo puso en honor a su esposa, Amelia de Vilanova. Durante muchos años, la familia Girona utilizó la Quinta Amelia como lugar de veraneo.

En 1930, el Ayuntamiento destinó los terrenos a parque público y en 1969 se expropió definitivamente a cambio de edificar una parte, cosa que comportó el derribo de la antigua residencia de los Girona. Parte del terreno ha quedado integrada en los vecinos Jardines de Villa Cecilia, situados al otro lado de la calle Santa Amelia, que se abrió cuando se crearon los dos espacios verdes.

En una isleta que surge en medio del estanque de los Jardines de la Villa Amelia se eleva, menuda y esbelta, Dríade, una ninfa protectora de los bosques. Se trata de la figura de bronce de una adolescente desnuda, considerada una de las mejores esculturas de Ricard Sala.

No muy lejos, en un rincón entre sombrío y luminoso, un joven efebo toca la flauta. Se trata de L' Encantador de serps (El encantador de serpientes), un bronce del belga Jules Anthone.

Es un jardin romántico de estilo afrancesado con un estanque central y una glorieta de cipreses que antiguamente había sido una cascada que abocaba al estanque

Existen gran cantidad de árboles centenarios, pinos, palmeras, plátanos y toda clase de arbustos que le dan al barrio oxigenación y espacios tranquilos donde poder pasear los mayores, jugar los niños, y relajarse.

Los reyes indiscutibles de la vegetación son un plátano (Platanus X hispanica) de casi 90 años que nunca se ha podado, un eucalipto (Eucalyptus globulus) plantado a finales del siglo XIX, un ejemplar de Gymnocladus dioicus casi centenario, un pimentero falso (Schinus molle) también de unos 90 años y un espectacular conjunto de 15 palmeras de Canarias (Phoenix canariensis) dispuestas en doble alineación y que se plantaron a finales del siglo XIX. Todos estos ejemplares forman parte del Catálogo de Árboles de Interés Local de Barcelona.



El otro jardín es el Villa Cecília

Los Jardines de Villa Cecilia están situados en los terrenos de una antigua finca rural: Cal Noyu, que fue adquirida en 1909 por Eduardo Conde, fundador de los almacenes El Siglo, primer comercio establecido en Barcelona con criterios de gran superficie. Conde le dio a la villa el nombre de Cecilia en honor a su esposa. En 1969, el Ayuntamiento expropió los terrenos para convertirlos en un parque.

Una parte del actual espacio verde perteneció a los antiguos jardines de Villa Amelia, situados justo al lado. El edificio que en su día fue residencia de Eduardo Conde es actualmente la sede del Centro Cívico Casal de Sarriá.



Dentro del agua del canal que se inicia a la derecha de la entrada de los jardines por la calle Santa Amelia, yace, boca abajo, Ofèlia ofegada (Ofelia ahogada), una escultura en bronce de Francisco López Hernández del año 1964 “Dona desmaiada”. En este mismo lugar, grandes hojas metálicas de Ginkgo biloba se van entrelazando en una especie de arco que, trepando desde el canal, da la bienvenida al visitante. Es obra de los arquitectos responsables de la reforma de los jardines: Elías Torres y José Antonio Martínez Lapeña.



Estos arquitectos también diseñaron los bancos del parque -de madera sobre rocas de piedra que evocan patines- y unas altísimas farolas inspiradas en los árboles. Estos dos elementos de diseño recibieron un premio FAD (Fomento de las Artes Decorativas) el año 1986.





Un aspecto remarcable de la vegetación son las vallas de ciprés recortadas en forma de casitas. Una especie de pequeño pueblo vegetal que empieza en el acceso a los jardines por la calle Santa Amelia y acaba en la plaza donde está situado el Centro Cívico, siendo el lugar desde donde se puede contemplar la mejor perspectiva de este excelente trabajo de recorte.



Otro de los atractivos del parque es un espacio dedicado a la gente mayor. Se trata de un espacio lúdico que permite mantener en forma las articulaciones y favorecer la agilidad con barras a diferentes alturas, tornillos para ejercitar los dedos y rampas suaves, entre otros recursos, y que sirve para enriquecer los paseos.



Cómo llegar