Hoy como ayer sigue la tradición de las Fiestas de Gràcia y de engalanar las calles cada una con un tema diferente el cual van preparando durante todo un año sus vecinos , es un trabajo muy laborioso, artesanal y de reciclaje, puesto que se acostumbra a preparar con productos que normalmente tiramos a la basura, como botellas de plástico, tetrabrics o diarios. Es una fiesta de participación popular, en la que cada uno aporta lo mejor de sí, culminando con la comida de hermandad de cada calle.
En la actualidad se va perdiendo el espíritu que existía de colaboración, y ya quedan pocos vecinos que añoran los tiempos pasados donde era todo el mundo que se entregaba a la Fiesta.
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